Catherine Bell, una médica de atención primaria de Sheffield (Reino Unido), ha escrito un artículo científico en la edición navideña de la revista BMJ para explicar que la serie de dibujos animados Peppa Pig podría estar creando unas expectativas poco realistas de la atención médica primaria y utilice este servicio de forma inapropiada.
Atención primaria
En la serie de dibujos animaods, el médico de cabecera que atiende a la familia Pig parece brindar a sus pacientes un excelente servicio: acceso telefónico rápido y directo, continuidad de la atención, horarios extendidos y visitas domiciliarias.
En uno de los casos, el médico hace una visita a domicilio para tratar una enfermedad virales y sin complicaciones, lo que, según Bell, alienta a los pacientes a intentar acceder a su médico de cabecera de manera inapropiada. En otro caso, el médico realiza otra visita domiciliaria urgente al hermano de 18 meses con síntomas de resfriado. Después de examinarle la garganta, diagnostica una infección del tracto respiratorio superior y recomienda reposo en cama y leche tibia. Otra visita innecesaria.
En otro caso analizado, el médico de la serie tiene que prescribir medicamentos a diferentes enfermos, hasta que el médico queda exhausto y también enferma. Para entonces, el médico muestra signos de "agotamiento", según Bell:
Su despreocupación por la confidencialidad, el consentimiento de los padres, el mantenimiento de registros y su prescripción indican que la carga de la demanda de su población de pacientes está afectando su salud. Ya no puede ofrecer el nivel de servicio que sus pacientes esperan.
¿Bell está exagerando su percepción de los pacientes de la medicina general según la influencia de una serie de dibujos animados? Según ella, no, pues Peppa Pig tiene mucha audiencia. En cualquier caso, ahí queda su estudio como un especial navideño un tanto diferente a lo habitual.
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