Los coprolitos, las heces fosilizadas de animales del pasado, como los dinosaurios, contienen información sobre el estilo de vida y la dieta del animal que no se puede obtener de estudiar su esqueleto.
Para mejorar su estudio, paleontólogos de la Universidad de Uppsala y de ESRF Grenoble, gracias al sincrotrón, un tipo de acelerador de partículas de este laboratorio, ha concebido modelos tridimensionales de alta cadlidad de dichos fósiles.
Coprolitos
De forma no destructiva, mediante tomografía de sincrotrón, es como se han obtenido estos excrementos 3D que permiten estudiar mejor alimentos, parásitos u otros objetos tragados involuntariamente por los animales extintos.
Antes, la mayoría de estos hallazgos se basan en secciones transversales bidimensionales de los coprolitos, obtenidas cortándolas en rodajas, lo que hace irreconocibles algunas muestras o se deja de analizar una gran parte de la muestra.
Con este nuevo sistema, sin embargo, es posible visualizar la estructura interna de las heces fósiles y reconstruir su contenido, lo que nunca antes había sido posible. Para demostrarlo, se han presentado bajo esta técnica dos coprolitos de Polonia de 230 millones de años.