En 1993 se descubrrieron los fósiles a una diminuta mujer en la isla indonesia de Flores, en una cueva llamada Liang Bua. Poco después, se encontraron más individuos.
De apenas un metro de altura, fueron apodados como "hobbits", y fueron clasificados como Homo floresiensis. Su descubrimiento también trajo de nuevo a la luz el misterio de los críptidos.
Criaturas mitológicas
Los críptidos son especies animales que se mantienen ajenas a la ciencia, son todavía pura especulación o incluso mitología, cuando no estafas pseducientíficas. Son el caso de yeti del Himalaya, el sasquatch de Canadá, el barmanou del sureste asiático, el manananggal de Filipinas, el yowie de Australia o el Big Foot de Estados Unidos.
Es decir, estamos hablando de una colección bastante extendida de hombres simios. Casos que nunca han sido verificados por la ciencia. Y, a pesar de que ahora disponemos de millones de cámaras por todos sitios o podemos desenfundar nuestro smartphone a la mínima aparición, las imágenes de estas supuestas criaturas no han proliferado más que antes. Incluso lo hacen menos.
Existe, con todo, una leyenda sobre un hombre-mono en la isla de Flores llamado Ebu Gogo, bajo, peludo, com hembras con pechos largos y colgantes. Tal y como sugiere Adam Rutherford en su libro Breve historia de todos los que han vivido:
Es tentador relacionar esta leyenda con los muy reales restos del largamente extinto Homo floresiensis. Sin embargo, es mucho más problable que Ebu Gogo no sea más que una versión local del mito de prang pendek, un críptido de baja estatura habitual en Sumatra y otras islas. La criptozoología no deja de moverse, torpemente, en los márgenes de lo científico y lo valioso.
Por eso no es de extrañar que el Homo floresiensis forma parte fundamental del falso documental The Cannibal in the Jungle, de 2015, realizado para la cadena estadounidense Animal Planet. La película cuenta la historia de un científico norteamericano que en los años 1970 es condenado por la muerte de sus dos compañeros de expedición en la jungla de Indonesia, una muerte que él atribuye a unos extraños seres humanoides que habitan esa zona.