Si bien tiene un esqueleto similar a muchos dinosaurios pequeños del Período Jurásico anterior, por fuera estamos ante un dinosaurio fuera de lo común. El llamado Ubirajara jubatus poseía una melena de estructuras parecidas a pelos y al mismo tiempo presentaba dos rasgos completamente únicos.
Hace unos 110 millones de años, a lo largo de las orillas de una antigua laguna en lo que hoy es el noreste de Brasil, caminaba sobre dos patas y tenía el tamaño de un pollo. Y acaba de ser descrito en la revista Cretaceous Research.
Dos rasgos únicos
Por un lado, Ubirajara jubatus debía mostrar una densa cresta de estructuras parecidas a plumas primitivas, más parecidas a plumón que a otra cosa. Por otro lado, dos larguísimas “púas” emergían de cada uno de sus hombros. Tanto la cresta como las espinas parecen haber estado hechas de queratina, la misma proteína que da resistencia a nuestras uñas o nuestro pelo.
Las estructuras en forma de cinta de Ubirajara pueden haber sido utilizadas para exhibir, posiblemente para atraer compañeros o intimidar a los adversarios. Parecen ser relativamente aplanadas, como cintas rígidas, y a mitad de una de sus caras, presentan un filo en sentido longitudinal.
Las estructuras similares a pelos del Ubirajara parecen ser una forma rudimentaria de plumas llamadas protoplumas. Muchos dinosaurios tenían plumas. De hecho, las aves evolucionaron a partir de pequeños dinosaurios emplumados hace unos 150 millones de años.
Ubirajara jubatus se alimentaba cazando insectos y tal vez pequeños vertebrados como ranas y lagartos.
Si bien es imposible saberlo por el fósil, que llegó a un museo en el estado de Ceará a principios de la década de 1990, se sospecha que el Ubirajara pudo haber mostrado vivos colores.