Decía el biólogo evolutivo Stephen Jay Gould que "el Homo sapiens no es una especie perversa o destructiva […] Realizamos 10.000 pequeños actos de bondad no registrada por cada momento de crueldad increíblemente raro".
Un estudio reciente refuerza esta idea: que el ser humano, por lo general, prefiere no cometer delitos violentos, que esa tasa de delitos no ha dejado de descender en los últimos siglos (sobre todo últimas décadas) y que la mayor parte de los delitos los cometen un pequeño grupo de individuos.
Suecia
El estudio se ha realizado en Suecia, pero puede extrapolarse en mayor o menor medida a otros países. Para realizar el estudio, relacionaron los condenas por delitos violentos en Suecia entre 1973 y 2004 con el registro de la población en todo el país para los nacidos entre 1958 al 1980 (2,5 millones).
Aproximadamente el 1 % de la población (23.342 personas) protagonizaron el 63 % de todas las condenas de delitos violentos durante el período analizado.
De todos los ciudadanos analizados, el 4 % fueron declarados culpables de por lo menos un delito violento, 93.642 personas en total. De estos condenados al menos una vez, el 26 % fueron recondenados por tres o más veces.
Pero todavía hay más: en los reincidentes hay el doble de probabilidad de que padezcan trastornos psicóticos, como esquizofrenia y trastorno bipolar, frente a la población general.
Según Örjan Falk, investigador de la Academia Sahlgrenska y autor principal del estudio:
Esto nos ayuda a identificar qué individuos y grupos necesitan una atención especial y recursos adicionales para la intervención. Una discusión sobre la eficacia de la pena (pena de prisión) para las necesidades de este grupo también se considera, y nos gustaría iniciar un debate sobre qué tipo de la acción criminológico y médica podría ser significativa para el trtamiento.
Esta desproporción, pues, también se ajusta al famoso Principio de Pareto, también conocido como la regla del 80-20, que fue enunciado hace un siglo por el economista italiano Vilfredo Pareto, que observó que la gente en su sociedad se dividía naturalmente entre los «pocos de mucho» y los «muchos de poco».
Por ejemplo, el 1 % de las personas más ricas del mundo controla el 35 % de la riqueza. Un 3% de estadounidenses que posee aproximadamente el 20% de las reservas mundiales de armas de fuego. En Twitter, el 2 % de los usuarios es el artífice del envío del 70 % de los mensajes de toda la red social. Y en lo tocante a delitos, sucede tanto de lo mismo.
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