En un contexto donde la fama y el dinero no están íntimamente ligados a las destrezas intelectuales sobresalientes, la gente encuentra pocos incentivos para ser más culta. Sí, aprender cosas nuevas resulta satisfactorio, saciar la curiosidad es casi como saciar la sed… pero ¿qué utilidad práctica hay en adquirir cultura más que ganar en la próxima partida de Trivial Pursuit?
A continuación, tenéis algunas razones eminentemente prácticas (siendo consciente de que la adquisición de cultura no tiene que tener un fin práctico inmediato). Tal vez convenza a algún descarriado para coger un libro o regresar de nuevo a clase.
1. Longevidad
La estimulación intelectual favorece la longevidad: las personas con título universitario viven más años que las que carecen del mismo, incluso después de tener en cuenta otros factores correctores, según Louis Cozolino en The Healthy Aging Brain: Sustaining Attachment, Attaining Wisdom.
2. Demencia senil
Los individuos con un vocabulario más amplio en la adolescencia son menos susceptibles de sufrir demencia senil, nos señala de nuevo Cozolino. Por lo general, el vocabulario pasivo de una persona normal puede perfectamente superar las 10.000 palabras (vocabulario pasivo significa palabras que conocemos pero que no usamos necesariamente en nuestra vida cotidiana). El vocabulario activo, no obstante, apenas es de unos centenares de palabras.
Tal vez los medios digitales estén reduciendo ese vocabulario, no obstante. Al menos es lo que sustenta Mark Bauerlein, profesor de lengua inglesa de la Universidad de Emory, porque en los medios digitales aparecen menos palabras raras o inusuales que en los medios impresos tradicionales, como los periódicos o los libros. Las palabras raras son aquéllas “no incluidas dentro de la lista de los diez mil términos utilizados más frecuentemente”, tal y como explica en su estudio al respecto publicado en The Dumbest Generation: How the Digital Age Stupefies Young Americans and Jeopardizes Our Future.
3. Salud
Los viejos que participan en programas artísticos acuden con menos frecuencia al médico, toman menos medicamentos y en general disfrutan de una mejor salud, según Gene D. Cohen en The Mature Mind: The Positive Power of the Aging Brain.
4. CI
Aunque los estudios no son aún concluyentes, también parece que hay una correlación entre recibir educación artística de pequeños y un pequeño incremento del CI, como también hay pruebas indicativas de que quienes asisten a clases de música y teatro parecen mejorar sus habilidades sociales.
5. Flynn
Tornarse más culto no significa necesariamente adquirir conocimientos ortodoxos, puramente académicos: también tiene que ver con estar expuesto a una dieta mediática estimulante, que incluye televisión, videojuegos, blogs, etc. Saciar nuestra curiosidad y zambullirnos en las fuentes que la sacien. Incluso la telebasura puede ser estimulante, a juicio de Steven Johnson.
El propio Johnson están convencido de que el llamado efecto Flynn, que cada generación se incrementa el CI de la población en general, se debe principalmente a la rica dieta mediática a la que estamos expuestos. Podéis leer más sober ello en ¿Cada vez somos más inteligentes? El Efecto Flynn (I), (II), (III).
Bonus Track
Para quitarte de la cara la expresión de cenutrio. O como escribió un poco más románticamente Arturo Pérez-Reverte: En el mar puedes hacerlo todo bien, según las reglas, y aun así el mar te matará. Pero si eres buen marinero, al menos sabrás dónde te encuentras en el momento de morir. Podéis leer cómo me explayo al respecto en Los libros que me enseñaron a mirar.
Foto | Maksim (CC) | Tom Murphy VII
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