Un estudio llevado a cabo por investigadores del Laboratorio del Sueño de la Universidad de Rochester (EEUU) sugiere que nuestros niveles de serotonina se ven afectados por los días nublados, entonces los niveles de dicha hormona descienden, lo que nos induce a la somnolencia y la falta de vitalidad.
Eso podría explicar la correlación hallada entre los días soleados y nuestra calidad del sueño: cuando ha hecho un día soleado dormimos mejor que si ha llovido, por ejemplo. Para establecer esta correlación, se analizaron a 43 sujetos durante 105 días consecutivos, contrastados con datos meteorológicos de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA).
Los días nublados o lluviosos, sin embargo, nos despertamos más aletargados, usamos menos energía en el transcurso del día, lo que conduce finalmente a que la siguiente noche tengamos una peor calidad de sueño.
Vía | Feeling
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