La asexualidad es la carencia de atracción sexual o el bajo o nulo interés en la actividad sexual. En el mundo hay un buen puñado de personas asexuales. Sin embargo, la asexualidad como campo de investigación científica es relativamente nueva.
Sin embargo, en la cultura popular la asexualidad ha sido referida en numerosas ocasiones. El ejemplo más claro es el de Atenea, que dedica su vida a la castidad. Por su parte, Sherlock Holmes se considera también una persona asexual. Uno de los personajes de La casa de los espíritus, de Isabel Allende, también es asexual.Y más recientemente, Sheldon Cooper de The Big Bang Theory también es tildado de asexual por su escaso interés por hombres y mujeres.
En un estudio británico que incluía una pregunta acerca de la atracción sexual sugerían que el 1% de los encuestados nunca se sentía atraído por ninguna otra persona. El estudio es “Asexuality: prevalece and associated factors in a national probability sample”, publicado en Journal of Sex Research por Anthony F. Bogaert en 2004.
El estudio se llevó a cabo con 18.000 británicos. Con todo, Bogaert no consideraba esta asexualidad como un desorden sino como una orientación sexual.
Bogaert también se ha convertido en uno de los mayores expertos mundiales en asexualidad. Lo más llamativo es que muchos asexuales no reniegan del sexo, sino del sexo con los demás. Tienen erecciones, lubrican, se masturban, pero no tienen la necesidad de mantener relaciones con otra persona. Cabe puntualizar que en la asexualidad no tiene por qué subyacer un caracter religioso o traumático. Sencillamente es falta de deseo por estar con otros. Repelús ante el contacto físico.
La clave para identificar a un asexual es que ellos no tienen ningún problema en reconocer su falta de deseo, ni pretenden corregirlo.
Por su parte, Lori Brotto, de la Universidad de Columbia Británica, también estudió con detalle a un grupo de 54 hombres y 135 mujeres asexuales. La conclusión que extrajo es que el índice de deseo general era inferior a la media de la población general, pero que la capacidad eréctil de hombres y lubricación de mujeres era similar.
Pere Estupinyà entrevista a una chica asexual de 25 años llamada Rebecca para su libro S=EX2, y extrae las siguientes conclusiones:
La mayoría de asexuales sí tienen sentimientos románticos, y admiten que su ausencia de deseo representa un serio reto a la hora de mantener una relación de pareja. Por lo demás, se siente absolutamente normales, e incluso muchos reclaman que se los considere como una nuevos orientación sexual. Argumentan que así como hay quienes sienten atracción por personas del mismo género, otros el opuesto y unos terceros por ambos, ellos no la sienten por ninguno.
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