Popularmente confiamos en lo que vemos tanto como en lo que recordamos. El problema es que no nos podemos fiar siempre de nuestros ojos, y mucho menos de lo que recordamos. Aunque estemos completamente convencidos de que algo sucedió, puede que no lo haya hecho.
A decir verdad, según un nuevo estudio realizado por el Departamento de Psicología de la Universidad de Warwick, alrededor de la mitad de todas las personas podrían estar recordando cosas falsas sin percatarse de ello.
En el estudio realizado por el equipo Kimberley Wade participaron más de 400 personas, sugiriendo que si a un grupo de individuos se le habla de un acontecimiento completamente ficticio de su vida y repetidamente imagina que ese hecho sucedió, casi la mitad de ellos aceptaría que lo vivió.
Imaginemos como algo así, todavía no asumido en muchos ámbitos cotidianos (como los testimonios judiciales), puede llegar a cambiar la percepción de la realidad de un colectivo, incluso de un pueblo. Como señala Kimberley Wade:
El descubrimiento de que una gran parte de las personas son propensas a desarrollar creencias falsas es importante. Sabemos de otras investigaciones que distorsionar los recuerdos puede influir en los comportamientos, las intenciones y las actitudes de la gente.
Quizá dentro de poco, al igual que ya estamos cediendo la conducción de automóviles a inteligencias artificiales porque el ser humano comete demasiados errores, también deberemos recuperar los recuerdos tanto individuales y colectivos de esta clase de sistemas.
Imagen | Tim Green aka atoach
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