Los gurús de la autoayuda suelen afirmar que no explotamos todos nuestros talentos naturales porque no hemos explorado lo suficiente el hemisferio cerebral no dominante, que normalmente se considera que es el supuestamente más creativo hemisferio derecho. También algunos libros de gestión empresarial refuerzan esta idea.
El hemisferio derecho también se usa como argumento para explicar las diferencias de género: en los hombres es muy dominante el hemosferio izquierdo, el más racional, pero en las mujeres el más dominante es el derecho. De hecho, las mujeres tienen mayor facilidad para tender puentes neuronales entre ambos hemisferios.
El origen del mito
Como diría el dickesiano Ebenezer Scrooge todo eso son paparruchas. Si bien es verdad que en los humanos y en otros muchos animales los dos hemisferios del cerebro no funcionan de manera idéntica, la neurociencia de la segunda mitad del siglo XX hicieron demasiado hincapié en dichas diferencias.
Actualmente, la neurociencia ya ha dejado de adscribir funciones particulares a un hemisferio o a otro. La información y los deberes cognitivos se comparten entre ambos hemisferios colaborativamente, y se hace por igual tanto en hombres como en mujeres.
Si bien cada hemisferio puede ser fuerte en algunos aspectos cognitivos, dichos aspectos no pueden categorizarse sencillamente de "lógico-racional" y "creativo". Para clarificarlo, Chistian Jarret alude al siguiente estudio en su libro Los mitos del cerebro:
Considérense las investigaciones llevadas a cabo por Gereon Fink, actualmente en la Ruhr-Universität, por el difunto psicólogo John Marshall, y por otros. En un estudio presentaron a los participantes una letra grande hecha de letras pequeñas. Pedirles que se centrasen en la letra grande intensificaba la actividad del hemisferio derecho, mientras que pedirles que se centrasen en las letras pequeñas producían una mayor activación del hemisferio izquierdo. Parecía una nítida distinción entre centrarse en el marco general y centrarse en el marco de los detalles, pero luego repitieron la tarea utilizando imágenes diminutas de un objeto (por ejemplo, tazas) dispuestas en la forma de un objeto más grande, como un ancla. En este caso el resultado fue el contrario: centrarse en el objeto más grande ¡activaba el hemisferio izquierdo!
¿Hemisferio creativo?
Tampoco el hemisferio derecho es el creativo, porque el izquierdo también puede serlo. De hecho, al revisar décadas de investigación a propósito del cerebro escindido en pacientes en un artículo del año 2002 para Scientific American, Michael Gazzaniga caracterizó el hemisferio izquierdo como "inventivo e interpretador" y al derecho como "veraz y literal".
Tampoco hay personas que tienen un hemisferio más dominante que el otro, como reveló un trabajo publicado en 2013 por parte de un equipo de la Universidad de Utah dirigido por Jared Nielsen. Tras examinarse escanografías funcionales de más de mil personas mientras permanecían quietas, no hallaron diferencias en la conectividad de ambos hemisferios entre zurdos y diestros.
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