Después de ver la película Indiana Jones y el templo maldito, las personas desprenden un olor corporal. Cuando hemos visto la comedia de Jim Carrey Ace Ventura, además de tener ganas de estrangular a Jim Carrey, desprendemos un olor corporal distinto.
Es lo que se ha encargado de comprobar la doctora Denise Chen, profesora asistente de psicología en la Universidad de Rice, en Houston, a fin de averiguar si el miedo puede olerse, es decir, si las personas que tienen miedo desprenden un aroma diferente.
Para ello, hizo ver a sus sujetos experimentales 13 minutos de la película de Harrison Ford y también 13 minutos de la película de Jim Carrey. Antes, bajo los brazos, les colocó paños de gamuza. En la primera película aparecen insectos, serpientes y cocodrilos, que a la mayoría de gente producen temor. En la segunda, aparecen sólo animales amables o presentados desde un punto de vista cómico.
Luego, Chen introdujo los paños en jarras de cristal y los congeló a -44 Cº.
Una semana después, Chen descongeló los paños y los hizo oler a sus sujetos. Según Chen, experta en el campo de la llamada “comunicación olfativa de la emoción”, el miedo produce señales químicas y cambios en el olor corporal, como también lo hace la felicidad. Y los seres humanos serían capaces de captarlo, sobre todo las mujeres, como señala Ben Sherwood:
Cuando les pidió que reconocieran el olor de la felicidad o del miedo, un importante capaz de identificar el olor del miedo en los paños de los hombres que vieron las espeluznantes escenas de Indiana Jones. Además, una parte importante de ellas también fueron capaces de detectar la esencia de la felicidad en los hombres que vieron la comedia. Esos descubrimientos fueron consecuentes con otra investigación que demostraba que las mujeres pueden percibir las diferencias emocionales que se comunican a través del olor.
Lo que también descubrió Chen es que los hombres que olían paños impregnados de miedo, aumentaban sus niveles de precaución y vigilancia, pues los sujetos que olían este aroma sacaban mejores resultados en las pruebas de asociación de palabras (por ejemplo, puerta-ventana), aunque no se observaron diferencias en la velocidad o precisión para las palabras no relacionadas (pez-taburete). Como si estuvieran más motivados para no cometer equivocaciones.
En cuanto a la precisión, la esencia del miedo mejoró la actuación de las personas que hicieron las pruebas en un 5 % sobre aquellas a las que les entregaron los paños neutrales, una diferencia significativa en términos estadísticos.
¿Para cuándo un Eau de Temor para concentrarnos mejor en un examen?
Vía | El club de los supervivientes de Ben Sherwood
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