El Test de Turing fue una de las maravillas de ingenio que ideó Alan Turing (1912-1954) para determinar cuándo "algo" es inteligente o no. Este test se enmarcaba en las teorizaciones sobre inteligencia artificial de Turing, padre de la computación y precursor de la informática moderna. Básicamente Turing estableció que si "algo" se comportaba como si fuera inteligente, entonces era inteligente. Efectivamente inteligente (y no falsamente o solo aparentemente inteligente).
La forma de hacer pasar el test a un ordenador (por ejemplo, para detectar si el ordenador es inteligente o no) consiste básicamente en una persona hablando con un ordenador que está en otra habitación mediante un sistema de chat. Si la persona es incapaz de determinar si habla con otra persona o con un ordenador, entonces el ordenador es considerado inteligente (no "inteligente", sino verdaderamente inteligente). Ninguna máquina ha sido capaz de superar el Test de Turing, de momento.
Esto puede parecer puramente anecdótico, pero hay versiones del Test de Turing que nuestros ojos están acostumbrados a ver en el día a día. Es el caso del Captcha: Completely Automated Public Turing Test to tell Computers and Humans Apart (Prueba de Turing pública y automática para diferenciar a máquinas y humanos). Son las típicas letras retorcidas o preguntas del tipo "dos más dos" que protegen formularios y demás en internet. La prueba asume que un robot no humano es incapaz de comprender lo que pone en las letras, y por tanto no es capaz de superar la prueba que un humano encuentra fácilmente superable.
No es un Test de Turing puro, y lo lleva a cabo una máquina y no un humano, y sin embargo se ha demostrado muy eficaz. Por supuesto detrás lleva una escalada imaginativa de robots cada día más capaces de un reconocimiento de caracteres e interpretación de los mismos, etcétera. Toda esta creatividad volcada en violar los Captcha redunda luego en beneficio, por ejemplo, de los discapacitados, al mejorar mucho el software de reconocimiento de voz o de escritura humana.
No deja de ser interesante que muchas de los problemas y situaciones que ya se planteaban antes de la creación (física) de los ordenadores hayan tardado décadas en empezar a darse en el terreno práctico. ¿Estará cercano el día en el que una máquina supere el Test de Turing? ¿Será inteligente de verdad? ¿Y si supera otras pruebas más restrictivas? ¿Qué pasará?
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