No, no es verdad que no nos importa lo que piensen de nosotros, que nos vestimos de determinada manera porque nos gusta a nosotros o que hacemos determinadas cosas solo porque nos interesa a nosotros. En realidad, es justo al contrario: nos importa lo que piensan de nosotros los demás, sobre todo nuestros semejantes.
Así, un equipo de investigadores de UCL ha desarrollado una ecuación matemática que puede explicar cómo nuestra autoestima está determinada por lo que otras personas piensan de nosotros.
Lo que pasa en nuestro cerebro
La baja autoestima es un factor de vulnerabilidad para numerosos problemas psiquiátricos, incluidos los trastornos alimentarios, los trastornos de ansiedad y la depresión. En este estudio, se identificaron exactamente lo que sucede en el cerebro cuando la autoestima sube y baja.
Para el estudio, 40 participantes realizaron una tarea de evaluación social mientras permanecían en un escáner de resonancia magnética. Después de subir un perfil a una base de datos online, recibieron comentarios, aparentemente proporcionados por 184 extraños (en realidad, un algoritmo), en forma de pulgar hacia arriba (me gusta) o pulgar hacia abajo (no me gusta).
Los 'extraños' estaban en diferentes grupos para que los participantes aprendieran a esperar comentarios positivos de algunos grupos de evaluadores y comentarios negativos de otros grupos. Después de cada 2-3 ensayos, los participantes informaron sobre su autoestima en ese momento.
Los participantes esperaban agradar a los 'extraños' en los grupos que en su mayoría dieron comentarios positivos, por lo que cuando recibieron un pulgar hacia abajo de una persona en ese grupo, su autoestima se vio afectada. Estos errores de predicción social, la diferencia entre la retroalimentación esperada y recibida, fueron clave para determinar la autoestima.
Por consiguiente, los cambios en la autoestima se guiaban no solo por si le gustabas a otras personas, sino que dependían especialmente de si esperabas gustar.
Finalmente, se desarrolló un modelo de los procesos neuronales en juego cuando las evaluaciones impactan la autoestima, y se encontró que los errores de predicción social y los cambios en la autoestima resultantes de estos errores estaban relacionados con la actividad en partes del cerebro importantes para el aprendizaje y la valoración. Los investigadores plantean la hipótesis de que tal patrón de actividad neuronal podría ser un marcador neurobiológico que confiere un mayor riesgo de una variedad de problemas comunes de salud mental.
Así de dependiente del juicio ajeno puedo ser nuestra autoestima. Nos autopercibimos, en gran parte, tal y como nos perciben los demás. Ese feedback constituye el pilar básico de nuestra autoestima. De lo que creemos que nos merecemos. Por eso, si te pusieran una nota del 1 al 10 en la frente, no tardarías en sospechar qué nota es en función de las interacciones que establecerás con otras personas con notas diferentes. Como podéis ver en el siguiente vídeo:
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