Estamos tan acostumbrados a ver películas en las que aparecen personajes con doble personalidad o incluso con muchas personalidades que tenemos la sensación de que el síndrome de personalidad múltiple debe de ser algo bastante común. Incluso se ha usado en juicios para absolver al acusado, al estilo de Las dos caras de la verdad (papel que Edward Norton borda, por cierto).
Pero ¿qué hay de cierto en ello? ¿Realmente existe? ¿Es como parece?
Según un ejército de científicos escépticos que ha tenido la paciencia de examinar muchos de los casos de personalidad múltiple, al parecer las cosas no son tal y como aparecen en las películas.
Las personalidades múltiples no parecen existir, a pesar de que es una creencia muy difundida. Todos los casos que han sido verificados han resultado ser sugestiones iatrógenas (inducidas por el propio terapeuta).
Lo que sucede es que suele confundirse la personalidad múltiple con muchos casos de esquizofrenia. Los esquizofrénicos no tienen la personalidad divida, sino confusión mental, alucinaciones, ideas delirantes, etc. Es decir, estamos ante un caso de falso diagnóstico.
Precisamente ahora estoy escribiendo estas líneas desde Edimburgo, lugar de nacimiento del escritor Robert Louis Stevenson, creador del que quizá sea el caso de personalidad dividida más famoso de la literatura: El misterioso caso del doctor Jeckyll y mister Hyde.
Fue precisamente en Edimburgo donde a principios del siglo XIX apareció un gran número de casos de lo que entonces se llamó “sonambulismo”. Los sujetos entraban en una especie de letargo, y durante el mismo se apoderaba de ellos una personalidad diferente. Llamó mucho la atención el caso de una muchacha sencilla que durante sus ausencias se revelaba capaz de hazañas intelectuales extraordinarias.
Estos casos fueron muy aislados. Hasta 1973 no se puso realmente de moda el caso del síndrome de personalidad gracias al caso de Sybil, en EEUU. Una mujer de la que el terapeuta sacó nada menos que 16 personalidades.
A partir de entonces, aparecieron muchos más casos. Hasta mediado de los años 1990, la bibliografía clínica reseñaba unos 300 ejemplos de personalidad múltiple.
Sin embargo, el caso de Sybil fue un engaño astutamente urdido por una terapeuta y una escritora, como se demostró años más tarde.
Vía | Falacias de la psicología de Rolf Degen
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