Todos podemos ser víctimas de una mala época, tener una bajada de autoestima, experimentar que somos unos impostores en nuestro desempeño laboral. Para combatir estos altibajos, la música puede ser una poderosa aliada.
Es al menos lo que sugería un estudio de 2014 de la Northern University que sugería que la música con una línea de base más fuerte puede hacerte sentir más poderoso, dominante, determinado y motivado.
Efecto Rocky
Todos sufrimos altibajos, peor hay personas más sensibles de lo normal a ellos. Son personas hipersensibles que pueden venirse abajo tras un solo evento que, para otros, no tendría mayor importancia. Los síntomas comunes de esta baja autoestima asociada a la hipersensibilidad pueden ser:
- Al no poder confiar en tu propia opinión, uno siempre piensa que las opiniones de otra persona son mejores.
- No expresar tu opinión o no sentirse lo suficientemente confiado en tus ideas para compartirlas.
- Tener miedo de enfrentarte desafíos con el temor de no poder superarlos.
Se ha sugerido durante mucho tiempo que la música es una forma de hacer que las personas se sientan poderosas. La investigación citada investigó si la música puede evocar una sensación de poder y producir cognición y comportamiento relacionados con el poder, lo cual nos hace pensar inmediatamente en cómo la banda sonora de la película Rocky, sobre todo el corte Going to Distance, es capaz de sacarnos del lodazal en pocos segundos.
Al comprender lo que sucede en el cerebro cuando la autoestima aumenta y disminuye, podemos comprender mejor cuándo sucede esto y determinar qué causó los aumentos o disminuciones.
Así, por ejemplo, los resultados de otro estudio demostraron que los errores de predicción social (cuando esperamos tener interacciones positivas o aprobación con otras personas pero no las tenemos) fueron la clave para determinar si la autoestima subió o bajó.
Es decir, que lo que más importa es cómo esperas que otras personas te vean, no cómo realmente te ven. Y si puede ser con música potente, mejor.
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