Quienes han pasado por una situación traumática, puede arrastrar su miedo durante toda su vida. Por ejemplo, si alguien ha sufrido un atracto o un secuestro en casa, tendrá que hacer verdaderos esfuerzos para continuar su vida tranquilamente. Tal vez, en cuanto sonara un ruido extraño, la persona se temería lo peor.
Sin embargo, la ciencia parece haber descubierto un nuevo método para tratar, gestionar y hasta eliminar los recuerdos más traumáticos y así eliminar el miedo, ese miedo estéril e improductivo, las fobias más irracionales, que lo único que hacen es entorpecer nuestra vida.
¿Por qué existe el miedo?
No todo miedo necesita ser curado, por supuesto. Una buena cantidad de miedo es esencial para la supervivencia. Cuando nos encontramos con el peligro, el cerebro activa el sistema nervioso simpático. La adrenalina inunda nuestro cuerpo y nos pone en situación de lucha o huida. Cuanto más rápido se puede reconocer una amenaza, mejor será nuestra capacidad para evitarla en el futuro. De esta manera, nuestros temores son lecciones que hemos sacado de nuestras experiencias en el mundo.
No obstante, el miedo puede ser debilitante. El 29% por ciento de las personas van a sufrir un trastorno de ansiedad en algún momento de sus vidas. Los más comunes son las fobias específicas, en las que las personas desarrollan un miedo irracional a una situación o un objeto, tales como alturas o arañas. Algunas personas van a tomar medidas extremas para evitar las cosas que desencadenan sus miedos. Otros trastornos de ansiedad, como el trastorno de pánico y trastorno de estrés postraumático, pueden ser aún más difícil de manejar.
La pastilla contra el miedo
Merel Kindt, profesora de psicología clínica en la Universidad de Ámsterdam, ha desarrollado un tratamiento revolucionario que podría "neutralizar" nuestros recuerdos más traumáticos con una sola pastilla.
Con su tratamiendo, Kindt ha logrado ya curar a un grupo de personas de su miedo a las arañas. Richard Friedman, el director de la clínica de psicofarmacología del Weill Cornell Medecine, elogió recientemente el trabajo de Kindt en The New York Times. De hecho, el tratamiento de Kindt es tan eficaz que la transformación súbita puede ser desconcertante.
El secreto reside, en parte, en la adrenalina. Neuroquímicamente, la misma adrenalina que causa que un animal huya de un oso también hará más viva la memoria del encuentro, por lo que el animal evitará futuros encuentros con osos (o lugares donde puedan estar). En el caso de las fobias y trastornos como el trastorno de estrés postraumático, sin embargo, el aumento de las hormonas del estrés en el momento del trauma hace que la memoria sea demasiado vívida, por lo que se entromete en la vida cotidiana de la víctima.
Algunos médicos pensaban que podrían ser capaces de mitigar la resaca emocional de las experiencias traumáticas con fármacos que regularan las hormonas del estrés en el cerebro. Pero cualquier intervención tendría que tener lugar a las pocas horas del trauma de la víctima, antes de que se consolidara la memoria. Esto fue posible en algunas circunstancias, como en urgencias hospitalarias.
Pero Kindt ha sorteado esta traba. Lo que espera no es borrar los recuerdos, sino recuperar el control de los miedos más inconscientes. Para ello usa el propranolol, un fármaco consumido por millones de hipertensos en el mundo, que actúa sobre los receptores beta-adrenérgicos de la amígdala (estructura cerebral relacionada con el aprendizaje emocional y la modulación de la memoria) durante el procesamiento de información emocional.
Se necesita investigar más para comprobar que lo descubierto por esta investigadora es también aplicable a pacientes con otras fobias y niveles de miedo más altos, además de las arañas, así como en circunstancias con otras variables. Sin embargo, el estudio es prometedor y sugiere una estrategia para acelerar la curación de los trastornos de ansiedad.
Y también hace que nos preguntemos si algún día acabaremos con el miedo.
Ver 2 comentarios