En la investigación sobre el suicidio, rara vez se escuchan las lecciones de los sobrevivientes, personas que, a pesar del impulso de morir, encuentran formas de afrontar la situación y razones para vivir.
Un nuevo estudio tiene este enfoque, pues realizó realizó entrevistas abiertas con 17 personas en el área de Ithaca. Cada entrevistado describió un viaje similar: luchar contra la tentación de acabar con sus vidas, lidiar con períodos de ambivalencia (sin importarles si vivieron o murieron) y aceptaron la ideación suicida como parte de sus vidas.
Tener mascostas
Cuando se les pidió que describieran sus estrategias de afrontamiento, los participantes sorprendieron a los investigadores al ofrecer una serie de métodos que se restan importancia o que están completamente ausentes de los estudios convencionales.
Por ejemplo, tener mascotas fue clave para muchos participantes, lo que no se analiza en la literatura científica. Otras estrategias no convencionales incluyeron la meditación, las prácticas espirituales y la participación en las artes.
A nivel de políticas, un participante dijo que las barreras de puente ayudaron al recordarle que la comunidad se preocupa. Otro dijo que el reconocimiento legal del matrimonio entre personas del mismo sexo le había dado una razón para vivir.
Un tema recurrente a lo largo de las entrevistas fue la importancia del apoyo de los compañeros y la narración de historias. El apoyo de los compañeros todavía se considera fuera de los límites de la prevención del suicidio convencional, al igual que muchos de los mecanismos de afrontamiento recomendados por los participantes en el estudio.