La revista Evolution and Human Behavior acaba de publicar un estudio llevado a cabo por un equipo de científicos de la Universidad Autónoma de Madrid (España) que analizaba el comportamiento de las personas en función del atractivo físico. Uno de los rasgos que descubrieron fue que el egoísmo y la falta de cooperación eran más acentuados en las chicas atractivas.
Para medir este grado de egoísmo, se sometió a 176 universitarias al célebre dilema del prisionero. El atractivo se medía teniendo en cuenta la simetría de la cara, el índice de masa corporal, el grado de feminidad/masculinidad del rostro, la percepción del propio atractivo y el índice de cintura/cadera.
Tal y como señala Enrique Turiégano, el principal investigador del estudio:
La gente que se considera y es considerada guapa es menos prosocial (altruista) en el laboratorio. Y en la vida diaria se ve que, en general, a la gente guapa se la considera con mejores capacidades que al resto y se les trata mejor. Los más simétricos tienen menos necesidad de ser prosociales, pues, en cierto modo, necesitan menos a los demás para satisfacer sus necesidades materiales.
Vía | ABC
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