La Red está repleta de selfies de mujeres que pretenden transmitir sensualidad. La mayoría de ellas se reducen a una serie de poses estandarizadas que van modificándose con el tiempo, en función de las nuevas modas. Por ejemplo, hace un tiempo eran muy frecuentes las bocas de pato o los morritos que, además, adelgazan el rostro. Ahora abundan los mohínes como de ligera sorpresa, como si la hubiéramos pillado haciendo una travesura, lo que, además, las emparenta un poco con la típica lolita.
También son importante los escorzos imposibles, los planos cenitales para evitar la papada e incrementar el efecto de las curvas del cuerpo. Los ojos amusgados o abiertos inocentemente, según. Y así un centenar más de matices.
La última intención de esta clase de fotos es transmitir sensualidad. Sin embargo, según un estudio realizado por la psicóloga Elizabeth Daniels y sus colegas de la Universidad de Colorado, que ha sido publicado en Psychology of Popular Media Culture, las fotografías sexys pueden tener un efecto contrario al esperado: que la mujer parezca menos sexy, y además que parezca menos competente en general.
Para realizar el estudio, se crearon dos perfiles falsos en Facebook de una chica llamada Amanda Johnson. En aras vincularse con chicas del mismo grupo de edad, a Amanda "le gustaban" Lady Gaga y Crepúsculo, entre otros. Ambos perfiles contenían la misma información, con un solo una diferencia: la foto.
En un perfil, "Amanda" (en realidad una joven que accedió a que su fotografía fuera usada en el estudio) se mostró con un vestido rojo escotado con una abertura en la pierna, dejando al descubierto un liguero y un poco de escote. En el otro perfil, una segunda mujer joven se mostró vistiendo una camiseta de manga corta y vaqueros.
Los investigadores encuestaron a un total de 118 chicas, 58 de los cuales estaban entre las edades de 13 y 18 años, y 60 de años cuales , entre 17 y 25 años, y ya no estaban en la escuela secundaria.
A cada participante se le mostró uno de los dos perfiles de Facebook y, a continuación, se le preguntó sobre una serie de declaraciones acerca de la apariencia de Amanda, como "Creo que ella es bonita", así como las declaraciones acerca de su atractivo social ("Creo que ella podría ser mi amiga") y su competencia ("Creo que ella podría hacer un trabajo bien hecho"). Las respuestas fueron otorgadas en una escala de 1 a 7, donde 1 indica un fuerte desacuerdo y 7 indica un acuerdo entusiasta.
En las tres áreas, el perfil "no sexy" ganó al perfil "sexy", encontrándose a Amanda más bonita, más amable y más cualificada para completar una tarea dada. Daniels encontró la mayor disparidad entre las fotos en la categoría de competencia de tareas, lo que indica que "las capacidades de una mujer joven realmente hacen mella a causa de una foto sexy."
Con todo, cabe recordar que esta valoración ocurre solo con otras chicas, con semejantes del género femenino. ¿Los hombres pensarán lo mismo respecto a una foto sexy?
Vía | Salon
Foto | Flickr | Ameily radke
Ver 6 comentarios