Mediante tomografía de emisión de positrones (PET) y la resonancia magnética, un nuevo estudio realizado por investigadores de la Universidad de Texas han descubierto que la relación entre la cantidad de dopamina y la actividad del giro fusiforme, una parte del cerebro, están vinculadas con nuestra extraordinaria capacidad para recordar caras.
En concreto, en el estudio se pidió a 20 personas que mirasen 24 caras y que tratasen de recordarlas mientras se sometían a estas técnicas de análisis.
Según ha explicado Bart Rypma, investigador en la Universidad de Texas:
Por ejemplo, puedes imaginar que cuanto más sensible sea alguien a las recompensas sociales, mejor se sentirá cuando interacciones con caras familiares.
Dopamina y placer
Los investigadores creen que el hecho de que la respuesta del cerebro sea más o menos sensible a los niveles de dopamina, la también conocida como "hormona de la felicidad", es clave para entender por qué recordamos algunas caras y otras no.
La dopamina tiene muchas funciones en el cerebro, incluyendo papeles importantes en el comportamiento y la cognición, la actividad motora, la motivación y la recompensa, la regulación de la producción de leche, el sueño, el humor, la atención, y el aprendizaje.
La sociabilidad se encuentra también muy ligada a la neurotransmisión de dopamina. Una baja captabilidad de dopamina es mayormente encontrada en personas con ansiedad social.
Imagen | jvyyuie
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