Qué dura es la convivencia, qué difícil es mantener viva la llama de la amistad y el afecto, cuántas fricciones psicoemocionales hay que superar. Dicen que un síntoma de sabiduría es saber qué cosas hay que dejar pasar. Con todo, solo una parte de nuestros amigos son para siempre. De hecho, casi la mitad de nuestros amigos no durará más de siete años, y será sustituido por otros (porque nuestro número de amistades se mantiene generalmente estable).
Al menos es lo que sugiere el sociólogo Gerald Mollenhorst. Para ello realizó un estudio en el que encuestó a 1007 personas de edades comprendidas entre los 18 y los 65 años. Siete años más tarde, volvió a contactar con las personas anteriormente encuestadas, y entrevistó a 604 personas.
Tal y como explica David DiSalvo en su libro Qué hace feliz a tu cerebro:
Los entrevistados respondieron a preguntas tales como: ¿Quién le habla a usted de temas personales importantes? ¿Quién le ayuda a realizar proyectos en su hogar? ¿A quién le hace usted alguna breve visita? ¿Dónde llegó usted a conocer a esa persona? ¿En dónde se encuentra ahora con esa persona?
Solamente el 48 % de todos los contactos continuaban formando parte de la misma red social. Y solo el 30 % de las amistades originales seguían manteniendo contacto entre ellas al cabo de siete años. El estudio fue publicado en Social Networks.
Foto | DarwinPeacock
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