Mmm… Titubear, dudar y vacilar, aunque incómodo para nosotros, permite que nuestros hijos mejoren su aprendizaje. Es lo que sugiere un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Rochester en Nueva York (Estados Unidos).
Eh… concretamente, son esta clase de muletillas verbales lo que hace que los niños aprendan el lenguaje de manera más eficaz. El trabajo se publicado en la edición digital de la revista Developmental Science.
Mmm… estos titubeos envían la señal al bebé de que le vamos a decir algo importante o algo nuevo, lo que provoca que el bebé preste más atención entre el marasmo de palabras de los padres. Este efecto sólo aparece en niños mayores de dos años, ya que según los autores los niños menores no han aprendido aún el hecho de que las muletillas tienden a preceder a las palabras nuevas o desconocidas.
Esto… señala Celeste Kidd, coautora del estudio:
No estamos diciendo que los padres deban añadir muletillas a su discurso, pero sí que es bueno para ellos saber que utilizar estas pausas verbales es positivo, que estas expresiones de duda son informativas.
Ehh… Los investigadores seleccionaron tres grupos de niños de entre 18 y 30 meses. Cada niño se sentaba en el regazo de uno de sus padres frente a un monitor con un dispositivo de seguimiento ocular.
Aparecían dos imágenes en la pantalla: una imagen de un objeto familiar, como un balón o un libro, y una imagen artificial con un nombre artificial. Una voz grabada hablaba sobre los objetos con frases simples. Cuando la voz dudaba y señalaba mira ese, uh el niño instintivamente mira a la imagen artificial más tiempo que a la imagen familiar, casi en el 70% de las veces.
Uh… eh… ya.
Vía | Informe21
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