No solo el nivel educativo de los padres influye positivamente en los resultados académicos de los hijos: también el de su familia.
Es lo que sugiere este estudio que analiza cuatro generaciones en Suecia, cuyos resultados apoyan esta hipótesis.
Escolarización y notas
Tal y como podemos ver en el siguiente gráfico (eje horizontal son años de escolarización y eje vertical con el efecto sobre el promedio de notas en el último año de escolarización obligatoria), si los padres estudian más que la media, las notas son mejores (línea negra). Pero el efecto es más significativo si valoramos también los niveles de estudios de otros familiares, como tíos o primos (líneas verde, amarilla y azul).
Dicho de otro modo: estudiar no solo mejora al individuo, sino a tu entorno, incluso otras generaciones distintas. El problema es que tal vez quienes ya nacen en una familia donde hay pocos estudios, tales individuos nacen con ese hándicap, entrando así en una suerte de retroalimentación negativa familiar.
Sea como fuere, esta clase de análisis son importantes y necesarios para esclarecer todas las variables que entran en juego a la hora de que el ascensor social funcione o no, es decir, que la gente, a través de sus propios méritos, realmente pueda superar su clase social o no quedarse atrapada para siempre en ella.
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