Recientemente hemos asistido al intento de destruir la reputación de famosos e intelectuales simplemente por sus ideas (uno de los recientes casos que comentamos fue el de Steven Pinker), amén de que esta estrategia resulta ineficaz y contraproducente (básicamente por tres razones).
Sin embargo, cómo saber que estamos recibiendo una crítica legítima en vez de una cancelación. Las siguientes 6 señales te pueden dar una pista, según Jonathan Rauch:
Seis señales
- Punitividad. La cancelación busca castigar y no corregir, y a menudo por un sólo error y no una trayectoria. Por ejemplo, obligándote a dimitir de tu trabajo.
- Censura. Si tratan de censurarte, impedir que publiques un trabajo, de boicotearte y de no permitir tu libertad de expresión para dar charlas o acudir a conferencias.
- Organización. Si los críticos están organizados y tienen objetivos, si reclutan a otros y te acosan en el trabajo o en los medios.
- Boicots secundarios. Si hay amenazas implícitas o explícitas de que los que te apoyan van a sufrir el mismo castigo que tú,
- Postureo Moral. Si el tono contra ti es ad hominem, acusatorio, de indignación y de demonización moral. Los canceladores no buscan convencer sino usar al atacado para elevar su estatus social.
- Veracidad. Si difunden cosas de ti que no son verdad, si no les importa la veracidad, si distorsionan tus palabras, ignoran tus correcciones y hacen falsas acusaciones.
Estas son las señales de alarma. Si detectas una o dos, puede ser que te estén cancelando. Si hay 5 o 6, entonces es seguro que es eso lo que está sucediendo. Otra cosa es que te autoconvenzas de esas señales, o las exageres para victimizarte y obtener algún rédito social o económico, lo cual es, junto a la cultura de la cancelación, la otra gran lacra social del siglo XXI.
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