Los dinosaurios, y los monstruos en general, molan, y cuanto más grandes sean, mejor. Por eso hay tantos niños que les encanta leer sobre dinosaurios o acuden en masa a ver Jurassic World. Incluso les atraen esos nombres tan largos y exóticos que tienen.
El nivel de experiencia de los dinosaurios que puede tener un niño es realmente asombroso, especialmente si tenemos en cuenta que un adulto promedio puede nombrar quizás diez dinosaurios en el mejor de los casos.
Dinosaurios beneficiosos a nivel cognitivo
Los investigadores no saben exactamente qué es lo que provoca estas pequeñas obsesiones infantiles, pero casi un tercio de todos los niños tienen una en algún momento, por lo general entre las edades de 2 y 6 años. Y aunque los estudios han demostrado que el interés más común e intenso son los vehículos (aviones, trenes y automóviles), el próximo más popular, por un amplio margen, son los dinosaurios.
También son particularmente beneficiosos para el desarrollo cognitivo. Un estudio de 2008 encontró que los intereses intensos sostenidos, particularmente en un dominio conceptual como los dinosaurios, pueden ayudar a los niños a desarrollar un mayor conocimiento y persistencia, un mejor tiempo de atención y habilidades más profundas de procesamiento de la información.
En resumen, los dinosaurios pueden crear mejores estudiantes y niños más inteligentes. Hay décadas de investigación para respaldarlo: los niños con intereses intensos tienden a tener una inteligencia superior a la media.
Y probablemente no sea una coincidencia que el rango de edad para desarrollar tales intereses intensos se traslape con las edades pico del juego basado en la imaginación.
El problema de la escuela
Hay una serie de razones por las cuales los niños dejan de querer aprender algo sobre un tema en particular, y una de los más importantes es, irónicamente, la escuela. A medida que ingresan a un entorno educativo tradicional, se espera que alcancen un rango de objetivos en varios temas, lo que no deja mucho espacio para la especialización que exigen temas tan concretos.
Y entonces los dinosaurios dejan de ser tan interesantes.
También hay un gran componente social debido a la disminución de un interés intenso, ya que los niños comienzan a interactuar con sus compañeros a diario. Empiezan a ser más importantes estas interacciones que los dinosaurios, también. Aunque siempre se recuerdan como algo importante en la infancia. Un amor permanente por los dinosaurios podría ser una fase divertida pero temporal, o podría ayudar a algún científico en ciernes a descubrir algún día los secretos del pasado. Sea como fuere, es algo por lo que debemos pasar y que, trasncurrido el tiempo, generalmente dejaremos atrás.