La administración Trump ha prohibido que los funcionarios de la principal agencia de salud pública del país (CDC) utilicen una lista de siete palabras o frases, incluidos "feto" y "transgénero", en documentos oficiales que se están preparando para el presupuesto del próximo año.
Otras palabras prohibidas son "vulnerable", "derecho", "diversidad" o "basado en evidencia".
La ingeniería del lenguaje es transversal
Tanto la derecha como la izquierda, tanto republicanos como conservadores, intentan hacer su propio lavado de cerebro a través de la forja y censura de determinadas palabras, bajo la ingenua idea de que el lenguaje determina el pensamiento y no que es la realidad lo que refleja el lenguaje.
Sin contar el famoso fenómeno de la rueda del eufemismo.
Los eufemismos no evita a los racistas o a los abortistas, solo los hace más difíciles de identificar. Y en cuanto el eufemismo se contamina de las connotaciones negativas del hablante, que continúan intactas a pesar del cambio de palabra, esta palabra debe ser sustituida por otro eufemismo. Y luego otro más.
En Canadá andan a la greña tratando de que se usen ocho pronombres de género distintos, en España se quiere incluir el género femenino en el redactado de la Constitución, la palabra nigger puede ser objeto de penalización en los medios de comunicación estadounidense... todas esas muestras de censura de la izquierda también tienen su contraparte en la derecha.
Y Trump es un ejemplo de ello.
Si cualquier grupo del espectro político tiene sus propias cruzadas ideológicas (casi siempre para obtener rédito político, hacer demagogia y convertir la democracia en una oclocracia), la Administración de Trump no es una excepción.
En algunos casos, incluso se sugieren frases alternativas. En lugar de "basado en la ciencia" o "basado en la evidencia", la frase sugerida para los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades es "los CDC basan sus recomendaciones en la ciencia en consideración con los estándares y deseos de la comunidad". En otros casos, no se ofrecieron palabras de reemplazo de inmediato, a pesar de que se prohiban.
Otro objetivo de Trump es abordar cuestiones como la orientación sexual, la identidad de género y los derechos de aborto, todos los cuales recibieron una visibilidad significativa bajo la administración de Obama. Varios departamentos clave, incluido el HHS, así como Justicia, Educación y Vivienda y Desarrollo Urbano, han cambiado algunas políticas federales y cómo recopilan información gubernamental sobre estadounidenses lesbianas, gays, bisexuales y transgénero.
La imposición de una neolengua para limitar nuestra forma de ver el mundo y restringir nuestra cosmovisión a unos parámetros codificables por el grupo tribal al que se adscribe cada ideología política seguirá adelante. Y lo hará de forma lamentablemente transversal. Originando posiblemente el mayor grado de polaridad ideológica que ha conocido la historia.