Estamos asistiendo a una avalancha de acusaciones de acoso sexual, sobre todo en el ámbito del star system, lo que ha aumentado la conciencia de la prevalencia del acoso sexual.
Sin embargo, no existe un consenso claro sobre qué comportamientos cruzan la línea que puede considerarse acoso. De hecho, las personas en diferentes países y grupos de edad parecen usar definiciones muy distintas entre sí.
Edad
Una encuesta realizada por YouGov a personas en cinco países occidentales sobre si una serie de comportamientos de hombres hacia las mujeres constituye acoso sexual se revela cuán porosa es la definición de acoso.
Las preguntas iban desde acciones que a menudo son inocuas, como pedir bebida, hasta demandas manifiestas de sexo.
Un patrón consistente que surgió fue una brecha generacional. En general, los encuestados más jóvenes tenían mayor probabilidad de pensar que un comportamiento cruzaba la línea del acoso que sus compañeros mayores.
Por ejemplo, más de la mitad de las mujeres británicas menores de 30 años dijeron que silbar a una mujer por la calle era inaceptable. Menos de una quinta parte de los mayores de 64 respondió de la misma forma.
Sexo
Entre hombres y mujeres, surgieron diferencias de opinión para preguntas específicas. Ambos sexos tendían a tener puntos de vista similares sobre si un hombre que pone su mano sobre la espalda de una mujer o realiza un comentario sobre su atractivo ha ido demasiado lejos.
Sin embargo, las encuestadas fueron mucho menos tolerantes con los hombres que miraron los pechos de las mujeres que sus homólogos masculinos: entre los estadounidenses de 64 años o más, por ejemplo, la mitad de las mujeres, pero solo una cuarta parte de los hombres, dijeron que considerarían semejante comportamiento como acoso sexual.
Nacionalidad
Una tercera fuente de diversidad en las respuestas fue la nacionalidad. Los hombres suecos, por ejemplo, parecen sentirse autorizados a hacer bromas sexuales sobre las mujeres: solo un cuarto de ellas declaró que ese comportamiento sería un acoso. Por el contrario, tres cuartas partes de los hombres estadounidenses expresaron esa opinión.
Del mismo modo, una cuarta parte de las mujeres francesas menores de 30 años cree que incluso pedir bebida es hostigamiento, mientras que casi ninguna de sus contrapartes en Gran Bretaña y Alemania comparte esa opinión.
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