¿Por qué comprar un mueble por piezas que debe ser montado por uno mismo a comprarlo ya construido? ¿Por qué a los invitados a una cena le sabe mejor un plato si puede sazonarlo por sí mismo? Estos son ejemplos del llamado efecto Ikea por los publicistas.
En el efecto subyace la lógica de que las cosas tienen más valor si están hechas por uno mismo. El efecto quedó de manifiesto en un experimento noruego.
El experimento noruego
En una serie de experimentos pidieron a varios participantes que prepararan una comida a partir de un paquete en una cocina de laboratorio. Los investigadores evaluaron qué decían después de haberla preparado ellos mismos frente a cuando les decían que el plato lo había cocinado otra persona.
Las personas que creían haber preparado la comida por ellos mismos, ofrecieron puntuaciones más elevadas que las que creían que estaban evaluando un plato preparado por otro. La cuestión es que todos estaban probando el mismi plato. Es más, las personas que habían tenido que freír la carne y preparar la comida según las instrucciones del lateral de la caja dijeron que el plato estaba más delicioso que las que solo tuvieron que remover y calentar.
En otras palabras, en el experimento, cuanto más implicado estaba el cocinero en el acto creativo, mejor sabía el resultado final (al menos para ellos).
A este efecto narcisista se suma otro placer, el de la manualidad en sí misma. Por ejemplo, ello lo saben particularmente los artesanos: cuando una persona domina un martillo o un cincel, su mano se transforma, en parte, en un martillo o un cincel, adquiriendo sus propiedades.
A pesar de que podamos comprar un mueble por poco dinero, también deberíamos encontrar tiempo para fabricar un mueble con nuestras propias manos. No solo porque ello tiene efectos cognitivamente mesurables en nuestro cerebro, sino porque produce un placer difícil de explicar que bien conocen los aficionados al bricolaje, e incluso los que deciden montar sus propios muebles tras recoger las piezas descabaladas en un IKEA.
El espectacular éxito de etsy también está detrás de esta dinámica: la gente quiere hacer cosas, la gente quiere comprar cosas hechas a mano o exclusivas. Por narcisismo. También por el placer de coordinar mente y mano.