Un equipo de filosofía de la Ruhr-Universität Bochum (RUB) y la Universidad de Amberes analizó el papel que juega el autoengaño en la vida cotidiana y las estrategias que las personas utilizan para engañarse a sí mismas.
En la revista Philosophical Psychology, Francesco Marchi y el profesor Albert Newen describen tres estrategias utilizadas para estabilizar y proteger la imagen positiva de uno mismo. Según su teoría, el autoengaño ayuda a las personas a mantenerse motivadas en situaciones difíciles.
Autoengaño venial
Los investigadores llaman a esta estrategia de autoengaño "reorganización de creencias". En su estudio, describen las tres estrategias más utilizadas que entran en juego incluso antes para evitar que los hechos desagradables te afecten en primer lugar.
Esto incluye la selección de hechos a través de una acción con un propósito: las personas evitan lugares o personas que puedan llamar su atención sobre hechos problemáticos. Otra estrategia es rechazar los hechos poniendo en duda la credibilidad de la fuente. La última estrategia pasa por generar hechos a partir de un estado de cosas ambiguo.
Los investigadores describen las tres estrategias como tendencias típicas de pensamiento psicológico. El autoengaño no es irrazonable ni perjudicial para las personas a corto plazo, pero siempre lo acabo siendo a medio y largo plazo. Estas no son formas maliciosas de hacer las cosas, sino parte del equipo cognitivo básico de los humanos para preservar su visión establecida de sí mismos y del mundo. En tiempos normales con pocos cambios, la tendencia a ceñirse a puntos de vista comprobados es útil y también está profundamente arraigada en la evolución, pero en momentos de incertidumbre, no es así: