El café es el psicoestimulante más usado del mundo, y quizá por ello las cafeterías han sido, a lo largo de la historia, algo así como centros de autoeducación y de innovación literaria (en el club Cabaret Voltaire nació el dadaísmo). Las cafeterías, de hecho, pueden hacernos más productivos.
El café, además, es particularmente útil para concentrarnos en trabajos como la lectura o corrección de textos.
400 miligramos
Concretamente, los experimentos revelaron que las personas que habitualmente consumen cafeína necesitan 400 miligramos para mejorar sus resultados, mientras que los poco cafeteros solo precisan 200 miligramos de esta bebida para notar el efecto.
Es lo que sugiere un estudio realizado por Holly Taylor y sus colegas de la Universidad de Tufts.
Concretamente, en el experimento se descubrió que la cafeína tiene la propiedad de mejorar la capacidad del cerebro de identificar errores gramaticales durante la lectura rápida de una página con información en nuestro propio idioma.
Imagen | jng104
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