Denis Papin no es muy conocido, pero fue un pionero a la hora de conceptualizar el potencial del vapor para mejorar la vida de las personas.
Nacido en Blois, ciudad a orillas del Loira, estudió medicina en la universidad y fue uno de los ayudantes del filósofo natural Christiaan Huygens en 1672. Tres años después, se vio obligado a exiliarse a Londres para huir de la persecución que sufrieron los protestantes en la Francia de Luis XIV.
Condensador de vapor
Gracias a la mediación de Huygens, Papin fue ayudante del mítico Robert Boyle, quien estaba desarrollando una bomba de aire. Más tarde, fue ayudante también de Robert Hooke, antes de partir hacia Venecia, donde pasó tres años como director de una sociedad científica. Más tarde, en 1684, regresó a Londres para ocupar ese mismo puesto en la Real Sociedad.
Huygens había contratado a Papin para estudiar la fabricación de una máquina propulsada mediante un vacío creado por la explosión de pólvora dentro de un cilindro (un antepasado remoto del moto de combustión interna), pero Papin no tardó en darse cuenta de que la condensación de vapor funcionaría mejor.
Tal y como lo explica Matt Ridley en su libro Claves de la innovación:
En algún momento entre 1690 y 1695 llegó a construir un pistón simple con un cilindro en el que se condensaba vapor al enfriarse, lo que hacía caer el pistón y elevaba un peso mediante una polea. Había descubierto el principio del motor atmosférico, donde el peso de la atmósfera es el que realiza el trabajo una vez que se crea una vacío bajo el pistón. Es una máquina que succiona en vez de expeler.
Pero Papin ya soñaba a lo grande. Pensaba en propulsar barcos con vapor. De hecho, en 1707 llegó a construir una embarcación con ruedas de palas, aunque no parece que lo hicera funcionar con vapor, sino con tracción humana, para demostrar la superioridad de las palas frente a los remos.
En 1885 Aimé Laussedat entonces director del Conservatorio de Artes y Oficios de París y miembro de la Academia de las Ciencias impulsó una suscripción nacional para erigir una estatua en honor de Papin. La obra en bronce realizada por el escultor Aimé Millet y situada en el Conservatorio fue inaugurada en 1887. Numerosas calles y plazas llevan su nombre en Francia.