Este 21 de marzo se cumplen 250 años del nacimiento, en 1768, del matemático y físico francés Jean-Baptiste Joseph Fourier, primero en dar una explicación científica al efecto invernadero en un tratado, algo que hizo en 1820, cuando Fourier calculó que un objeto del tamaño de la Tierra y con su misma distancia del Sol, debe ser considerablemente más frío de como es en realidad la Tierra calentada solo por los efectos de la radiación solar entrante.
Citas
Fourier consideró la posibilidad de que la atmósfera actúe como aislante, idea que ha sido reconocida como la primera propuesta de lo que se conoce como el efecto invernadero. Para Fourier, a juzgar por estas dos cita suyas, las matemáticas eran lo más importante, si bien era la naturaleza la fuente del saber matemático:
No puede existir un lenguaje más universal y simple, más carente de errores y oscuridades, y por lo tanto más apto para expresar las relaciones invariables de las cosas naturales Las matemáticas parecen constituir una facultad de la mente humana destinada a compensar la brevedad de la vida y la imperfección de los sentidos.
El estudio profundo de la naturaleza es la fuente más fértil de descubrimientos matemáticos.
El efecto invernadero natural de la Tierra hace posible la vida como la conocemos. Sin embargo, las actividades humanas, principalmente la quema de combustibles fósiles y la deforestación, han intensificado el fenómeno natural, causando un calentamiento global. Además de las fuentes de emisiones más evidentes, hay otras fuentes de gases de efecto invernadero que resultan sorprendentes. Uno es el de las vacas: el metano lo produce la flora microbiana de su sistema digestivo cuando digiere hierba y lo expulsa en forma de eructos.
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