Durante mucho tiempo, en la localidad de Leverkusen, en Alemania, replandecía el anuncio luminoso más llamativo del mundo: no en vano, era una aspirina de 120 metro de alto y 51 de diámetro.
Sobre este comprimido gigante brillaba 1.710 bombillas, formando la famosa cruz de la farmacéutica Bayer.
Colores sintéticos
En sus inicios, Friedrich Bayer era un vendedor de pinturas y tintes, antes de asociarse con el maestro tintorero Johann Friedrich Weskott en 1863 para fundar una fábrica, con el propósito de sacar tajada de la rápida expansión del negocio de los tintes sintéticos.
Tal y como lo explica Joe Schwarcz en Monos, mitos y moléculas:
Históricamente, los tintes se extraían de fuentes vegetales como el índigo y la granza, de caracoles marinos o de insectos como el kermes o la cochinilla. Todo eso cambió en 1856, con el descubrimiento fortuito por William Henry Perkin de los colorantes sintéticos. Su síntesis accidental del malva mientras trataba de obtener quinina a partir del alquitrán de hulla supuso el arranque de la industria de los tintes sintéticos.
Si ya se podían fabricar tintes en el laboratorio, ¿por qué no dar el salto a los productos farmacéuticos? Bayer se puso manos a la obra, y en 1888 llegó el descubrimiento de la fenacetina, tras la antipirina de Hoechst (el primer fármaco antipirético y analgésico), en 1883. Bayer descubriría la aspirina poco después su producto estrella, la aspirina, en 1898.
Entre 1898 y 1913, Bayer también comercializaría heroína: estaban intentando obtener codeína a partir de morfina cuando dieron con la heroína, que de hecho había sido sintetizada por primera vez allá por 1874 por el químico británico Charles Romley Alder Wright. El nombre de "heroína" se escogió porque en los experimentos con ella los pacientes solían mostrarse heroicos y valerosos. Básicamente, se comercializaba como un supresor de la tos.
En primer fármaco antimicrobiano, la sulfonamida, fue descubierto también en Bayer, por parte de Gerhard Domagk.
Con todo, con sus claros y sus sombras, en Bayer el invento estrella fue la aspirina que, originalmente, a pesar del mito, no procedía de la corteza del sauce:
El material de partida para la síntesis química de la aspirina es el benceno, un derivado del petróleo. Una vez convertido en fenol, este es convertido a su vez en ácido acetilsalicílico, o AAS, comúnmente conocido como aspirina. Aunque la aspirina no se hace con corteza de sauce, sí que existe una relación. La corteza de sauce blanco, al igual que varias otras plantas como el mirto, contienen diversos compuestos con similitud química a la aspirina.
En febrero de 2017, Bayer mostró interés en la compra de la empresa multinacional estadounidense Monsanto. El siete de junio de 2018 Bayer compró la multinacional Monsanto y se transformó en la mayor compañía agro alimentaria del mundo.