La sustancia más apestosa del mundo se denomina Standard Bathroom Malodor, y fue creada por el Gobierno de Estados Unidos. Es un líquido transparente compuesto por todas las sustancias químicas que otorgan el mal olor a los excrementos.
Su olor es tan fuerte que se puede detectar en concentraciones tan bajas como una parte de Malodor por 999.999 partes de agua (el equivalente a una cucharadita en una piscina olímpica).
Malodor
Pam Dalton, una psicóloga estadounidense experta mundial en olores fétidos, recibió en encargo de concebir un olor horrible, a principios del 2000. El ejército estadounidense quería que Dalton desarrollada el futuro Malodor como arma disuasoria, quizá para divolver disturbios o para obligar a enemigo a salir de algún escondrijo. Tiene esta composición:
- Dipropilenglicol 62,82%
- Ácido tioglicólico 21,18%
- Ácido hexanoico 6,00%
- N-metilmorfolina 6,00%
- isovalerato de p-cresilo (4-metilfenil 3-metilbutanoato) 2,18%
- 2-naftalenotiol 0,91%
- Escatol 0,91%
El uso de bombas fétidas para estos fines tiene ventajas sobre los agentes tradicionales de control de disturbios: a diferencia del gas pimienta y el gas lacrimógeno, se cree que las bombas fétidas no son peligrosas y son efectivas a bajas concentraciones.
Representa el epítome de la tecnología de los malos olores, si bien el mundo natural también tiene olores muy fuertes y asquerosos. El compuesto más apestoso de todos, tan apestoso que dejaría a una mofeta como un animal de olor neutro, es la tiocetona. Una simple gota de este compuesto puede olerse a 500 metros de distancia, y quienes olfatean el tufo pueden vomitar o perder el conocimiento. En 1889, en la ciudad alemana de Friburgo, se produjo una fuga de este compuesto que obligó a un desalojo masivo. Ideal para una bomba fétida mortal. Pero tampoco es nada desdeñable el mercaptano, un compuesto sulfurado que genera la materia en descomposición. Hasta el Departamento de Defensa de Estados Unidos ha intentado reproducir este tufo para fabricar una bomba fétida más eficaz.
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