Cuando un fragmento de tiocianato de mercurio (un compuesto de mercurio, azufre, carbono y nitrógeno que también se conoce como “Serpiente del faraón”) empieza a arder, se descompone en su propio calor y el carbono y el nitrógeno se combinan para crear una red compleja.
Otros gases liberados en la combustión quedan atrapados dentro de esta esta red y esto hace que el polímero crezca, como podéis ver en el siguiente vídeo.
Serpiente del faraón
Como podéis ver, la reacción química se prolonga hasta que la “serpiente” alcanza 100 veces el volumen original.
La reacción química del tiocianato de mercurio se documentó por primera vez alrededor de 1820. El descubrimiento de la propiedad que permite que la serpiente del faraón surja se le atribuye al químico alemán Friedrich Wöhler.
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