La epidermis artificial que podéis ver en el vídeo que encabeza esta entrada se asemeja a la de los pulpos, y ha sido creado por un equipo de estudiantes de la Universidad de Cornell con el propósito de que los robots del futuro tengan mecanismos para interactuar con el entorno. Los cefalópodos tienen una piel elástica que cambia de color en cuestión de segundos y les permite mimetizarse con el espacio y comunicarse entre ellos.
La creación de esta piel ha sido posible gracias a un condensador hiperelástico emisor de luz (HLEC, en sus siglas en inglés) que utiliza dos electrodos iónicos de hidrogel embebidos en una matriz de silicio. Se estira hasta seis veces su tamaño normal, detecta la presión y emite luz. Esta epidermis electroluminiscente podrá colocarse sobre los robots blandos, acompañar sus movimientos y permitir que cambien de color.
Vía | Sinc
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