Una mascota nos acompaña, nos divierte, nos relaja, nos alegra en general, nos hace ser un poco más responsables,... ¿es posible que las mascotas robot hagan una función parecida en nosotros? Recientes estudios afirman que si, pero no en el mismo grado. En un estudio de la Universidad de Missouri, se han medido reducciones en los niveles de la hormona del stress, el cortisol, en adultos que jugaban por especio de pocos minutos con la mascota robótica de Sony, AIBO. Esta mascota hace bien pocas cosas, como jugar con una pelota, reconocer voces familiares y poco más, pero con ese poquito se consigue un tanto de relajación, tan necesaria hoy en día.
Sin embargo, el perro metálico no nos provoca sensaciones de placer y amor hacia él, ya que la secreción de endorfinas y oxiticina no sufre cambios. A mi me parece curioso que se realicen estos estudios, ya que de todos es sabido que mediante el juego nos relajamos, nos evadimos un poco de la realidad. ¿Por qué iban a ser diferentes las mascotas robot de las videoconsolas, el tamagochi u otros juegos populares?
Vía | Star Telegram
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