En caso de que se produzca otro desastre como el ocurrido en la central nuclear japonesa de Fukushima hace poco más de un año, puede que los primeros en reaccionar no sean humanos sino robots.
El organismo de investigación y desarrollo del Pentágono anunció a principios de Abril un concurso para diseñar robots especializados que puedan trabajar en zonas de desastres. El premio: dos millones de dólares.
Los fabricantes profesionales y aficionados están entusiasmados con los posibles diseños.
Las analogías con animales como las arañas, monos, osos, canguros y cabras son una inspiración útil a la hora de plantearse los elementos del desafío
Asegura Aaron Edsinger, fundador de Meka Robotics en San Francisco.
La Agencia de Investigación y Planificación Avanzada de Defensa del Pentágono enumera las ocho posibles labores que el robot tendrá que realizar, como conducir un vehículo hasta el lugar de un desastre simulado, moverse entre los escombros, quitar cascotes, subir por una escalera, usar una herramienta para atravesar un muro de hormigón, encontrar y cerrar una válvula en una tubería y sustituir componentes. Edsinger señala que el desafío es integrarlas todas en una sola misión.
Creo que ya tenemos sistemas que pueden realizar cada una de las tareas de forma individual
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La idea del concurso surgió a raíz del desastre de Fukushima, explica Gill Pratt, director de programa de la oficina científica de defensa de la agencia.
Durante las primeras 24 horas hubo cosas que deberían haberse hecho, pero eran demasiado peligrosas
Los equipos empresariales y universitarios competirán para presentar sus robots a los concursos en 2013 y en 2015. Las máquinas no tendrán que ser totalmente autónomas, sino que deberán estar supervisadas por operadores humanos, en gran parte como los pilotos en tierra dirigen los aviones militares no tripulados.
El concurso subraya los rápidos progresos que se están realizando en sistemas autónomos para aplicaciones militares, industriales y domésticas. Los investigadores en robótica indican que estos avances son en gran parte consecuencia de la disminución del coste de los sensores, así como de los desarrollos en tecnologías que permiten que los robots se muevan en entornos no previstos.
Los directivos del organismo dicen que esperan una participación internacional. De la misma manera, el organismo, distribuirá una plataforma hardware de prueba con piernas, torso, brazos y cabeza para ayudar a los equipos competidores, y proporcionará un simulador de software para permitir la más amplia participación posible.
Vía | The New York Times
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