A nivel de tráfico, Kinshasa, capital de la República Democrática del Congo, es un caos. Al parecer, los conductores no respetan demasiado los semáforos, y a la policía se la puede sobornar fácilmente. De modo que el control de tráfico se está cediendo a un grupo de robots diseñados por la ingeniera Thérèse Izay.
El grupo, de momento, lo componen dos robots de 2,4 metros de alto, equipados con luces LED y cuatro cámaras que detectan cualquier infracción. Se alimentan de la luz solar, pero funcionan ininterrumpidamente día y noche.
Vía | NeoTeo
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