Uno de los placeres más populares vinculados al consumo de galletas Oreo es el de separar ambas mitades, dejar la crema blanca al descubierto y pasarle la lengua. Ahora, gracias a la ardua investigación de un equipo de físicos de la Universidad de Princeton, ya podemos predecir con un grado de precisión del 100% en qué parte de la galleta quedará la crema.
Es decir, que si jugáis a apostar en qué lado quedará la crema (otra de los placeres vinculados al consumo social de estas galletitas, al estilo piedra, papel o tijera), tenéis las de ganar.
Como si quisieran postularse para recibir un IgNobel, estos investigadores descubrieron, tras una búsqueda de Google, que no había ningún estudio al respecto de esta cuestión tan trascendental, de modo que se lanzaron a ser los primeros.
Para realizar su estudio, tomaron una gran cantidad de galletitas Oreo y emplearon un bastidor de carga, una estructura de soporte diseñada para realizar fuerzas de ensayo sobre los objetos y calcular la tracción de cada pieza.
Tras usar miles de galletas, hallaron un patrón, logrando precedir que, si las galletas se separan de determinada manera, la crema siempre quedaba en un lado y no en el otro.
El secreto está en la fabricación
Así es como hay que hacerlo: hay que situar la caja de Oreo para que el texto quede en la posición correcta, y después sacar la galleta de la esquina superior izquierda. Si la crema termina en la parte izquierda de la galleta, todas quedarán igual en ese caja. Si queda en la derecha, pues a la derecha.
Es decir, que finalmente descubrieron que una característica en el proceso de fabricación concedía esa cualidad a toda la caja, porque pertenecía a la misma remesa.
Como podéis ver en el vídeo que tenéis más arriba a propósito del sistema de fabricación de las galletas, una bomba aplica la crema en una oblea de galleta, que es transportada por una línea hasta que un brazo robótico incorpora la otra oblea, logrando así la galleta completa. La crema siempre se adhiere mejor a una de estas obleas, concretamente la primera, porque la crema está más caliente y fluye mejor sobre la superficie, interna de la oblea, rellenando las pequeñas grietas de la misma.
Si en la primera oblea la crema se pega mejor, y todas las galletas de una caja terminan colocadas en la misma dirección dentro del envase, basta con averiguar cuál es la primera oblea en la primera galleta para deducir lo que pasará en el resto de galletas.
Vía | Quartz
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