Algunos idiomas disponen de palabras tan bonitas y poéticas para hablar de algunos aspectos de la tecnología o dispositivos varios que, quizá, deberíamos adoptarlas para nuestros propios idiomas.
He aquí algunos ejemplos.
Toelva
Esta palabra del islandés es la que se usa para referirse a un ordenador y está compuesta a partir de las palabras "dígito" y "profeta".
Khali Khukweni
En zulú, este término que puede traducirse literalmente como "hacer ruido en el bolsillo" se usa para designar el teléfono móvil. Casi suena a piedra mágica que puede traer fortuna y gloria.
Dingdong
El indonesio, esta palabra tan onomatopéyica se refiere a las máquinas tragaperras.
Xiaoxia
Desde el idioma chino nos llega este término para designar a los nuevos usuarios de internet y que puede traducirse como "pequeñas langostas".
Spam
Este término para hablar del correo basura finalmente se ha vuelto universal, pero sus orígenes son ciertamente graciosos. Spam, un tipo de carne enlatada, era motivo de broma principalmente en el Reino Unido, donde el grupo de humoristas Monty Python creó un sketch en el que un camarero, los clientes y hasta un grupo de vikingos repetían hasta el cansancio la palabra spam.
Ordenador
A pesar de que en latinoamérica es habitual decir computador, traducción directa de computer, en España se prefiere el uso ordenador, una traducción del vocablo que usaban en Francia para el computador. La sede francesa de IBM prefirió consultar a un reputado experto en filología latina de la Universidad de la Sorbona, Jacques Perret. El profesor vio en este aparato unas habiliades suprahumanas, como si fuera Dios, le Grand Ordinateur. De modo que podría decirse que en Francia y en España las computadoras son casi deidades.
Quizás la versión más original sea la de China, donde el nombre no tiene nada que ver con su origen latín. Allí a las computadoras se las llama "cerebro eléctrico".
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