Encontrada en la orilla del río Willamette, situado en el noroeste del estado de Oregón, en el vídeo que encabeza este post podéis ver a una libélula alimentada artificialmente.
La pequeña libélula tenía una herida en una de sus alas, que le impedía volar. Incapaz de capturar presa alguna, estaba condenada a morir por inanición o ser devorada por un pájaro, así que fue recogida del suelo y, desde entonces, ha estado siendo alimentada pacientemente con hormigas, empleando para ello utilizando unas pinzas.
Su hábitat natural se encuentra en las cercanías de lagos, charcos, ríos y tierras pantanosas, ya que sus ninfas son acuáticas. Las libélulas no pican a los seres humanos, y son valiosas como depredadores controlando las poblaciones de insectos como los mosquitos y las moscas (que son transmisores de enfermedades como el dengue y la gastroenteritis).
Vía | AbadíaDigital
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