Tim Barners-Lee fue el creador del World Wide Web en 1989. Lo hizo inspirado por un libro de su infancia: Enquire Within Upon Everything, en español “Preguntando de Todo Sobre Todo”, qie fue una publicación del siglo XIX que estaba repleta de información y relaciones al azar, todo perfectamente indexado.
En 1894 llevaba 89 ediciones y había vendido más de un millón de ejemplares. Y es que este libro decimonónico tenía una suerte de hipervínculos, como los que encontramos en internet.
ENQUIRE
Influido por ello de pequeño, nació ENQUIRE, un proyecto de software escrito en la segunda mitad de 1980 por Berners-Lee. Más que a un sitio web, ENQUIRE (cuyo título remitía a aquel título decimonónico) se asimilaba al actual concepto de una wiki.
Para Berners-Lee, ENQUIRE almacenaba información sin emplear estructuras como matrices o árboles, pues dichas estructuras son jerárquicas y rígidas, mientras que la mente humana opera de una manera mucho más anárquica. .
Más que un codificador de datos, ENQUIRE aspiraba a estimular la curiosidad fantástica del niño que se quedaba hasta altas horas leyendo Enquire Within Upon Everything. Más que una enciclopedia, biblioteca o sistema de almacenamiento de datos, pues, Berners-Lee quería construir un espacio creativo en el que todo el mundo pudiera jugar unido.
Para conectar los conocimientos a distintos niveles, dio con el hipertexto, es decir, una palabra o frase codificada que, al clicar sobre ella, envía al lector a otro documento o fragmento de contenido vinculado de algún modo. El término “hipertexto”, de hecho, fue acuñado en 1963 por el técnico Ted Nelson, para llevar a cabo un proyecto inconcluso un proyecto al que llamó Xanadú, con el que todos los fragmentos de información serían publicados con vínculos de hipertexto bidireccionales, hacia y desde la información relacionada.
Tejer nuevas redes entre el conocimiento, pues, era la mayor obsesión de Berners-Lee. Una red sin centro, sin nodos importantes, sin matrices, a fin de que la curiosidad y la imaginación cabalgasen a lomos de internet, expandiéndose y multiplicándose.
En marzo de 1989, Berners-Lee ya tenía listo su diseño, y cursó una solicitud oficial de financiación a los altos directivos del CERN (Organización Europea para la Investigación Nuclear), donde trabajaba. La propuesta suscitó entusiasmo y desconcierto a partes iguales. Con todo, la propuesta siguió adelante, y así derivó en lo que hoy conocemos como World Wide Web o, simplemente, Web.