Cuando pensamos en músculos poderosos enseguida nos vienen a la cabeza los bíceps de algún culturista, las piernas nudosas de algún ciclista y, en general, músculos grandes y gruesos. Sin embargo, el músculo del cuerpo humano que es capaz de ejercer mayor fuerza de todos pasa bastante desapercibido.
Es el caso del músculo masticatorio de la mandíbula. Según un experimento realizado en 1986, se logró medir 442 kilogramos de presión (aunque el valor medio es de unos 70 kg).
La razón de ello es que, a la hora de ejercer fuerza, el efecto palanca es muy importante, más que la longitud del propio músculo. Morder una mazorca de maíz obliga a los músculos maseteros de nuestra mandíbula a comprimir los dientes para ejercer aproximadamente 30 kilogramos de fuerza por centímetro cuadrado. Si apretamos con todas nuestras fuerzas, incluso podemos aumentar la presión hasta los 77 kilogramos.
El instrumento utilizado para medir la presión de mordida es el gnatodinamómetro, y nuestra mordida, sin embargo, queda en ridículo si la comparamos con la de otros animales. El extinto dinosaurio Tyrannosaurus Rex se cree que mordía con una presión de 1.500 kilogramos. Si nos fijamos en especies que no se han extinguido, el mordisco más fuerte lo consigue un cocodrilo de casi 4 metros llamado Hércules: 964 kilogramos.
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