Imagina que un día suena el teléfono, lo coges, suena un ligero crepitar de estática y una voz te dice “Jesús”. Lo sorprendente es que, justo antes de que hubiera sonado el teléfono, tú habías estornudado.
¿Estarías viviendo un fenómeno paranormal? ¿Tu interlocutor pudo predecir tu estornudo a través de la precognición? ¿Quizás estabas siendo sometido a algún tipo de vigilancia electrónica por su parte? ¿O sencillamente es casualidad?
¡Achís!
Aunque nunca debemos confundir correlación con causalidad, según Randall Munroe, en su libro ¿Qué pasaría si…?, asegura que la probabilidad de que ocurra un evento como el anteriormente descrito es, aproximadamente, de 1 entre 40.000.
Para llegar a esta cifra, Munroe se basa en la frecuencia media de estornudos, fijada en 400 estornudos por persona al año. Los hay que en un solo día ya estornudan esa cifra, por supuesto, pero hablamos de un promedio.
Una de las pocas fuentes académicas de datos sobre estornudos es un estudio que hizo un seguimiento de los estornudos de personas que se sometieron a una reacción alérgica inducida.
Para estimar la tasa media de estornudos, podemos ignorar todos los datos médicos reales que intentaban recoger y solo prestar atención a su grupo de control. A este grupo no se le dio ningún tipo de alérgenos; simplemente se sentaron solos en una habitación durante un total de 176 sesiones de 20 minutos. Los sujetos del grupo de control estornudaron cuatro veces durante esas 50 horas o así, lo que (suponiendo que solo estornuden mientras están despiertos) se traduce en unos 400 estornudos por persona al año.
Y más probabilidades relativas a los estornudos: Google Scholar tiene 5.980 artículos de 2012 que mencionan la palabra sneezing (estornudar). Si cada artículo tiene una media de cuatro autores y la mitad de todos los artículos se realizaron en Estados Unidos:
entonces, si marcas el número de teléfono, hay aproximadamente 1 posibilidad entre 10.000.000 de que conteste alguien que, justo ese dia, haya publicado un artículo sobre estornudos. Por otra parte, unas 60 personas mueren tras ser alcanzadas por un rayo en Estados Unidos cada año. Eso significa solo 1 posibilidad entre 10.000.000.000.000 de que llames a alguien dentro de los 30 segundos siguientes de haberle caído un rayo que lo haya matado.
Así que no os asustéis la próxima vez que suene el teléfono.