Tenemos 3 millones de glándulas sudoríparas distribuidas por la piel, que segregan entre 0,7 y 12 litros de agua al día. Existen dos tipos de glándulas del sudor: las ecrinas, que permiten refrigerar el cuerpo; y las apocrinas, que nos confieren el olor personal. La mayoría de estas glándulas se hallan en la palma de nuestras manos. Pero ¿cuánto podríamos sudar hasta que nos diera un golpe de calor y nos fuéramos al otro barrio?
Una persona muy activa suele sudar entre 1,5 y 1,8 litros en una hora. Parece una cifra exagerada, pero lo cierto es que la mayoría del sudor se evapora, de modo que tampoco somos muy conscientes de que acabamos de llenar una botella. Lo más sorprendente, sin embargo, es que un triatleta puede producir hasta 4 litros a la hora. Por ejemplo, en el Ironman Hawaii, una demencial prueba de maratón, de nado de 3,9 km y de pedaleo de 180 km, los participantes pueden perder unos 15 litros de sudor.
Tal y como señala el fisiólogo de la Universidad de Guelph en Ontario, Lawrence Spriet, tras perder etnre un 3 y un 5 % de nuestro peso corporal, el proceso de transpiración empieza a ralentizarse. Lawrence Armstrong, fisiólogo mediambiental, ha demostrado que el cuerpo humano sigue sudando por mucho que se haya deshidratado: mientras el hipotálamo siga enviando impulsos a las glándulas sudoríparas, seguiremos transpirando. Incluso en los casos más extremo, es imposible transpirar toda el agua de nuestro cuerpo. “La gente no se seca del todo hasta que muere.” Así que antes moriréis de hipertermia que de deshidratación por sudar como un cerdo.
Bueno, como un cerdo, no. Pese a la expresión “sudar como un cerdo“, se ha demostrado recientemente que los cerdos no sudan. A diferencia con el ganado vacuno, las cabras y las ovejas, el cerdo tiene un sistema ineficaz para regular su temperatura corporal.
El cerdo se ve obligado a humedecer su piel en el exterior para compensar la falta de pelo protector y su incapacidad para sudar. Prefiere revolcarse en lodo limpio y fresco, sin embargo debe cubrir su piel con su propia orina y heces si no dispone de otro medio. Lo explica así Marvin Harris en su libro Vacas, cerdos, guerras y brujas:
El ser humano, que es el mamífero que más suda, se refrigera a sí mismo evaporando 1.000 gramos de líquido corporal por hora y metro cuadrado de superficie corporal. En el mejor de los casos, la cantidad que el cerdo puede liberar es 30 gramos por metro cuadrado. Incluso las ovejas evaporan a través de su piel el doble de líquido corporal que el cerdo. Así mismo, las ovejas disponen de una lana blanca y tupida que refleja los rayos solares y proporciona aislamiento cuando la temperatura del aire sobrepasa a la del cuerpo.
Así, si acaso, será el cerdo el que pueda decir que ha sudado como un ser humano.
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