Hay una franja geográfica en Estados Unidos que votó masivamente a Barack Obama en las elecciones presidenciales de 2008 y 2012. Es un franja que, electoralmente, se comporta desde la reconstrucción de Estados Unidos después de la guerra civil de una forma distinta al resto. Es una franja que recorre el sudeste y luego se curva a través de Carolina del Norte y Carolina del Sur, Geogia y Alabama, y que después sigue las orillas del río Mississippi.
Por supuesto, hay muchas causas que refuerzan el voto de los habitantes de esta franja geográfica. Pero hay una latente que resuena en el fondo de todas ellas: un océano antiguo de millones de años de antigüedad.
Algodón
Esta franja de tierra en realidad está constituida por rocas superficiales que se depositaron durante el periodo Cretácido tardío en la historia de la Tierra, hace entre 86 y 66 millones de años. En esos años, Estados Unidos se hallaba en gran parte bajo las aguas, cubriendo toda esta franja hasa aproximadamente la mitad del país. Era el llamado mar Interior Occidental.
El mar lamía, a su vez, los montes Apalaches a lo largo del lado oriental del continente, erosionándolo. El material erosionado era transportado por los ríos a este mar y se depositó como arcillas en el fondo marino, lo que finalmente devino en una capa de esquistos (rocas metamórficas de grado medio, notables principalmente por la preponderancia de minerales laminares tales como la mica, la clorita, el talco, la hornblenda, grafito y otros).
Cuando el mar despareció, dejó expuesta esta capa, rica en nutrientes, perfectos para la agricultura, particularmente para el cultivo de algodón. Tras la Revolución industrial, el algodón se convirtió en una materia prima muy importante para confeccionar ropa (fruto de la mecanización). El problema es que el cultivo de algodón requería mucha mano de obra. Mano de obra que la proporcionaron los esclavos, tal y como explica Lewis Dartnell en su libro Orígenes:
A diferencia del cultivo de cereales, en que el grano puede hacerse caer simplemente de la planta mediante una aventadora, el del algodón requería en sus albores diestros dedos humanos para arrancar una a una cada baga algodonosa del arbusto. Y, desde finales del siglo XVIII, en los estados del Sur estos dedos los proporcionaron los esclavos.
En esta región, pues, se estableció y prosperó más que en ninguna otra la esclavitud, debido al interesante negocio que ofrecía la plantación de algodón. Estos esclavos eran afroamericanos, que estaba allí porque antes un mar había depositado una serie de material erosionado. Después de abolirse la esclavitud, apenas hubo cambios demográficos en la zona. Las fortunas, además, empezaron a desplomarse cuando los precios del algodón empearon a desplomarse.
Antiguos esclavos afroamericanos ahora ya no tenía trabajo y habitaban una región empobrecida y olvidada. El llamado Cinturón Negro. Esto ha sido caldo de cultivo para los futuros resultados electorales, como finaliza Dartnell:
Sin un desarrollo importante de la industria o el turismo, esta región antaño productiva ha sufrido desde hace tiempo problemas socioeconómicos: un elevada tasa de desempleo y pobreza, niveles bajos de educación y escasa atención sanitaria. Por ello, allí el electorado ha tendido tradicionalmente a votar por las políticas y las promesas del Partido Demócrata.