¿Los egipcios disponía de una tecnología demasiado para su época? ¿Las pirámides fueron construidas por extraterrestres? ¿Son puertas a las estrellas? A pesar de que algunos medios se empecinen en otorgar una aureola de misterio a esas preguntas, las hipótesis científicas al respecto no son tan fantasiosas. Y, de hecho, ya hace un buen puñado de meses que tenemos pruebas bastante sólidas para responder a esas preguntas
Tenemos una respuesta en forma de rollos de papiro encuadernados de 4.600 años de antigüedad, los papiros más antiguos que se hayan encontrado jamás. Son el diario de uno de los gerentes que ayudó a construir la Gran Pirámide. El único relato de un testigo ocular de la construcción.
Construcción
La Gran Pirámide de Egipto es la última de las Siete Maravillas del Mundo. Casi 147 metros de altura y 230,4 metros de lado (ahora es un poco más pequeña debido a la erosión). Construido a partir de aproximadamente 2,3 millones de piedras de granito transportados desde cientos de kilómetros de distancia.
Ahora sabemos cómo hicieron todo eso gracias a las notas tomadas por un hombre llamado Merer. Describe, entre otras cosas, una parada de su tripulación de 200 hombres en Tura, o Maaasara, en las canteras de piedra caliza de la costa oriental del golfo de Suez, y cómo llenan su barco para el viaje de 13-17 kilómetros de vuelta río arriba, a Giza. Dado que este tipo de piedra caliza se utilizó para la cubierta exterior de la pirámide, se cree que el diario documenta el trabajo en la tumba durante el último año de la vida de Keops, alrededor de 2560.
La investigación de este diario por parte de los arqueólogos fue publicada en un artículo de la revista Near Eastern Archaeology. En este artículo se explica que el documento comprende más de 300 fragmentos de diversos tamaños y aporta detalles acerca de las actividades diarias del inspector de obras a lo largo de varios meses.
Aparte de la información sobre sus actividades diarias como inspector, el diario de Merer (y otros diarios hallados en el mismo yacimiento) también aportan interesantes revelaciones y datos. Como escriben los arqueólogos en su artículo:
El autor del diario de Merer también menciona su nuevo destino en un importante centro logístico y administrativo, ‘Ro-She-Khufu’, que al parecer funcionaba como una parada obligada cercana a la meseta de Guiza. Se especifica concretamente que este lugar estaba bajo la autoridad de un funcionario de alto rango, Ankhhaef, medio hermano de Khufu que era además su visir y “jefe de todas las obras del rey” al final de su reinado. Otros diarios hallados en el mismo archivo también aportan información sobre otras misiones llevadas a cabo por el mismo equipo de marineros a lo largo del mismo año, entre las que destaca la construcción de un puerto en la costa del Mediterráneo.
El uso de normes martillos hechos de diorita negra, la escritura clara y ordenada del jeroglíficos de los papiros, que son como hojas de cálculo de Excel del mundo antiguo... todo apunta a que la construcción de las pirámides requirió una gran dosis de organización y ambición, pero en ello no hay rastro de sobrenaturalidad o anormalidad para las capacidades de la época.
Otro misterio es: ¿quién construyó la Gran Pirámide? Esta pregunta fue respondida probablemente en la década de 1980 por Mark Lehner, quien descubrió un área residencial capaz de albergar a unas 20.000 personas a pocos metros de las pirámides. Antes de ese hallazgo, había escasa evidencia de la población masiva de trabajadores que se habría requerido para construir la tumba. El estudio de la relación "ganado por cerdo" reveló la diversidad de la población que vivía allí: la carne era la comida de la élite; cerdos de la persona que trabaja, y Lerhner descubrió que "la proporción de ganado por cerdo para todo el sitio es de 6: 1, y para ciertas áreas 16: 1," una distribución plausible para un equipo de construcción".
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