Pudiera parecer que el sexo entre animales es meramente funcional. Pero nada más lejos de la verdad. El sexo entre animales también es recreativo, e incluso se emplea de forma que recuerda a una violación. Hay homosexualidad. Sexo por sexo. Masturbación. Y, naturalmente, también hay felaciones.
Es lo que revela un artículo publicado en 2009 por la revista PLoS por parte de investigadores chinos e ingleses cuyo título no podría ser más gráfico: “La felación en murciélagos de la fruta prolonga el tiempo de copulación”.
Si bien el sexo oral no es muy frecuente en el reino animal, sí parece ser moneda de uso común entre los murciélagos. Tal y como lo explica Pere Estupinyà en su libro S=EX2:
”las hembras bajan su cabeza para lamer la base o el tronco del pene, pero no el glande porque ya ha penetrado la vagina. Cuando esto ocurre los machos nunca retiran su pene durante la cópula, y se ha observado que el encuentro dura más tiempo”. De hecho, en el artículo aseguran que por cada segundo de felación el tiempo de cópula se extiende seis segundos. Especulan que este peculiar caso de contorsionista puede aumentar el éxito reproductivo o evitar enfermedades.
Ver 2 comentarios