En la última entrega de su serie Weird Food Tricks, la American Chemical Society te muestra cómo y por qué tus pies pueden transmitirte el olor y el sabor a ajo. En el siguiente vídeo podéis verlo.
Alicina
Para probarlo por ti mismo, corta un trozo de ajo fresco por la mitad. Luego, en una habitación separada que no huela a ajo, quítate los zapatos y los calcetines y colócalos en una bolsa de plástico con el pedazo de ajo. Después de una hora, podrás saborear y oler el ajo.
¿Cómo es posible? Porque tu piel tiene capas grasas y acuosas, lo que la protege de las moléculas externas. Sin embargo, el ajo contiene una molécula llamada alicina, que tiene propiedades tanto del agua como del aceite. Debido a esto, puede penetrar la piel de tus pies y viajar a través de la sangre hasta la boca y la nariz.
Asegurarás que puedes probar el ajo y que la habitación tiene un fuerte olor a ajo, aunque nadie más que tú pueda experimentarlo. Podéis ver como lo prueban en el siguiente vídeo:
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